viernes, 11 de octubre de 2013

El primero fue para Peña


Después de no verse las caras durante una temporada, volvió el clásico más importante de la Liga Nacional de Básquet, donde el equipo dirigido por Fernando Rivero, derrotó a Quilmes por 91 a 86. El goleador del encuentro fue Leonardo Gutierrez con 24 puntos, seguido por Facundo Campazzo con 20, por el lado Cervecero el goleador de su equipo fue Walter Baxley con 31 puntos.


Hacía mucho tiempo que en las tribunas no se veía tanta gente, una cancha llena y con público tanto del lado de Peñarol y del lado Cervecero, pudieron vibrar de un gran encuentro abriendo su temporada en la Liga Nacional de Básquet.

Con un presente totalmente diferente que rodea a ambos, el clásico, aunque es un partido aparte, tuvo mucha lógica y las estrategias previas, no le dieron paso a las sorpresas.

De arranque el trámite fue parejo, con un Campazzo explosivo en defensa, robando pelotas y convirtiendo en ataques rápidos. Por el lado de Quilmes buena presentación de Walter Baxley quien se hacía cargo de cada ofensiva, haciendo jugar al resto, y aprovecharon a un efectivo Diego Romero bien abajo en la pintura mientras que Ghersetti ayudaba con su gran visión de juego, aunque ausente para anotar.

En Peñarol, las individualidades resolvían los problemas de una defensa a hombre que proponían los dirigidos por Ramella, en la que sobresalió Leonardo Gutierrez con dos triples seguidos mostrando el mejor camino para los dirigidos por Fernando Rivero, cerrando el primer cuarto arriba por 24 a 16.


En el segundo cuarto, ambos equipos mandaron sus piezas del banco a la cancha, por el lado de Peñarol, ingreso con un quinteto totalmente diferente al primero Ibarra, Sosa, Giorgetti, Weigand y Leiva. Por el lado de Quilmes ingresaron Marin, Maciel y Ortiz, quienes fueron artífices de un parcial favorable (13 – 3) para pasar al frente del partido por 29 a 27.

El momento clave para que Peñarol vuelva a poner la cabeza en la defensa y luego de un tiempo pedido por Rivero, volvió a la cancha con una defensa que mostraba intensidad y garra forzando errores en Quilmes constantemente, en ataque encontró un juego colectivo comandado por Axel Weigand viniendo desde el banco (9 puntos en el segundo cuarto).

Quilmes tuvo su mejor hombre del segundo cuarto, a Maximiliano Maciel con 8 puntos, aportando interna y externamente para el cervecero. Finalmente el parcial del segundo chico fue favorable para Quilmes por 21 a 19 para cerrar el entretiempo, Peñarol ganando 43 a 37.

Peñarol madrugó nuevamente a Quilmes con un parcial de 8/0 en el inicio del tercer cuarto, con 5 de Facundo Campazzo y 3 de Leonardo Gutierrez, que obligó al entrenador Leandro Ramella a pedir tiempo muerto rápidamente, buscando frenar el buen momento de Peñarol y el desencuentro de sus dirigidos.

Campazzo siguió dominando las acciones del juego, con triples desde 45 grados, demoliendo cada sistema que Quilmes proponía en defensa.

Quilmes no pudo sostener la envergadura de Peñarol, en el tercer cuarto, mucho de Baxley que anotó 9 puntos y el resto del equipo solamente había anotado 5 puntos. Romero dejó de imponerse en la pintura bien marcado por Martin Leiva. La ventaja al finalizar el tercer cuarto fue de 17 puntos para Peñarol (69 – 52).

El último cuarto fue el de mayor espectáculo en las tribunas, ambas parcialidades los diez minutos saltando y cantando, sin dejar dudas que es lejos el mejor clásico de la Liga Nacional de Básquet.

Peñarol jugó con el reloj como aliado, pero Quilmes todavía tenía una carta más para jugar, en los primeros cinco minutos del último cuarto, se hizo fuerte en defensa y corrió el contraataque para acercarse a 12 puntos.

El partido no estaba terminado, por lo menos eso fue lo que demostró Quilmes que no bajó los brazo y con un equipo “petizo” (Sahdi, Baxley, Marin, Maciel y Romero) y rápido presionó toda la cancha y forzó cuatro pérdidas consecutivas y Fabián Sahdi metió un triple y su Baxley una gran corrida para ponerse a 81-74 a falta de 3:00 para el final.

Pero este quinteto de Quilmes daba centímetros de ventaja en la pintura, y la oportunidad la aprovecharon los internos de Peñarol, junto a Adrián Boccia que sumaron dos puntos, o fueron enviados a la línea de libres para seguir manteniendo una ventaja, que no era la misma.

El estadio era una caldera y Peñarol terminó de sellar la victoria con un triple de Martín Leiva desde la esquina, cuando el reloj de 24 segundos lo atoraba, demostrando que la suerte estaba del lado Milrayitas, que finalmente se quedó con el triunfo el número 101 de la historias de los clásicos jugados entre Peñarol y Quilmes.

Síntesis
Peñarol: Facundo Campazzo 24, Eushante Jones, Adrian Boccia 16, Leo Gutierrez 20 y Martin Leiva 10 (FI). Ibarra Matías 2, Isaac Sosa 6, Morales Julián, Weigand Axel 11, Giorgetti Franco 2. DT Fernando Rivero

Quilmes: Fabian Sahdi 19, Walter Baxley 31, Facundo Piñero , Mario Ghersetti 2 y Diego Romero 11 (FI) Anibal Marin 10, Lucas Ortiz 1, Tayavek Galizzi 2, Maximiliano Maciel 10. DT Leandro Ramella.

Parciales: 24-16 / 19-21 / 26-15 / 22-34
Árbitros: Alejandro Chitti y Leonardo Mendoza.
Estadio Polideportivo Islas Malvinas.

Foto: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)



Flavio Ariel Ibarra


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